Bolras Cap. 5º

Durante la construcción de las estancias y viviendas, la herida de la mano se me infectó, y esta noche estando de guardia empecé a sentirme mal. Es posible que hoy mismo o mañana ya empiece la acción. Intenté disimular mi malestar, pero Tony se dio cuenta: “ Ferny estas pálido y sudando, tu no estás bien”. “ La herida de la mano me está molestando”. Tony me agarró del brazo para ayudarme a tomar asiento. “ Estás ardiendo, vamos a tu caseta ya, llamaré al medico”. Yo no quería que eso pasara, quedaba poco para la gran batalla y tenía que estar presente. Intenté incorporarme de nuevo para ir a mi vivienda, pero la fiebre estaba acabando con mi equilibrio y me volví a sentar. Tony no lo dudó y me cogió en brazos. Tanto Jolu como yo eramos de poca estatura pero gran agilidad, mis otros tres amigos eran altos y fuertes, igual que Bolras. Me dejó sobre la cama y me amenazó con darme una paliza si me levantaba. “ Espera que me recupere y verás ”. Se dio la vuelta y sonrió sin dejar de llamar al médico desde la puerta. Antes que el médico vinieron Korde y Sefy preocupados por su amigo. En los últimos años nos dio tiempo de forjar nuestra amistad, la cual se convirtió en más que un lazo de sangre sin plantearlo, solo después de demostrarnos día a día, detalle a detalle que la confianza era plena. Korde y Sefy ya hicieron su guardia, eran sus horas de descanso pero aún así vinieron por si necesitaba algo, Tony regresó a su puesto. Vino el medico con Mary, la viuda de Bolras, que hacia las veces de enfermera. Le dijo a los chicos que me llevaran al lago y me pusieran en la orilla con el fin de bajar la fiebre. Limpió mi herida y sentenció que no era grave pero que tendría que estar pendiente para cambiarme el vendaje cada poco tiempo y no como la vez anterior. Una vez bajó la fiebre volví a mi cama, esta vez por mi propio pie: “ Por muy mal que esté, si vienen los soldados avisarme por favor”. “ Tranquilo lo haremos, ahora descansa.”, dijo Korde, Sefy asintió con la cabeza y me guiñó el ojo. Marcharon a sus aposentos y yo no tardé en dormirme vigilado por Mary que quedó en el cuarto conmigo. A la mañana siguiente me levanté sobresaltado, la fiebre remitió y el dolor de la herida ya no era tan fuerte. Miré a mi derecha, Mary dormía recostada en el suelo sobre unas pieles de oso. Nunca reparé en su belleza, siendo la mujer de Bolras ni se me pasó por la cabeza. Abrió los ojos de golpe y yo me asusté avergonzado por estar observándola en silencio: “ ¿Te encuentras mejor? ” “ Sí, mucho mejor, muchas gracias. ¿Cómo estas? no hemos tenido mucho tiempo para hablar sobre tu marido”. Ella me miró seria. “ No dejo de pensar en él, pero tampoco puedo dejar de luchar. Iré a por algo de desayuno”. Quizás no debí sacar ese tema, pero desde que murió Bolras, no presté la atención suficiente a su familia, y ahora me sentía mal por ello. Me vestí rápido al salir de la cama y poco después volvió Mary con unos huevos cocidos y un trozo de pan: “ Tengo que irme Ferny, luego volveré por si necesitas algo, he de ir con mi hijo, lo dejé con mis padres”. “Muchas gracias Mary, me encuentro mejor, iré a dar una vuelta a ver como están los chicos”. No quise sacar el tema otra vez, pero tenía que disculparme antes de que se fuera: “ Perdona por recordarte aquel mal momento”. Mary que ya estaba saliendo se dio la vuelta y me dedicó una sonrisa para que me sintiera mejor. “ No te preocupes”, “ Sabes que sois también mi familia y tendréis toda mi atención, nuestra atención”. “ Gracias Ferny, he de marchar ”. Me sentí extraño al verla marchar y junte mis manos sobre mi cara. “ Bolras amigo, tú sabes que perdí a mi mujer hace un par de años, disculpa por mirar a Mary como lo he hecho ahora.” Así calmé mi conciencia. “ Debe ser por la fiebre ”. “ ¿El qué? ” Abrí las manos y vi al médico entrando. “ Si has visto algo raro no te preocupes, es normal tener alucinaciones por la fiebre y la hierbas que te dí ”. Revisó mi herida y volvió a cambiar el vendaje de paños de lana de mi mano. “ Si seguimos limpiando la herida y cambiando la venda cada día no te dará problema, está mucho mejor ”. “ Iré entonces a dar un paseo ”. El médico frunció el ceño. “ Aún estás destemplado, no demores en regresar a la cama ”. “ Gracias, así lo haré ”. Caminé hacia la primera atalaya donde estaba Tony: “ ¡Tony! ¿Algo nuevo?”. “¡Un momento ya bajo!”, nada más descender por la escalera de madera puso su mano en mi frente. “¿Cómo estás? Tienes mejor cara”. “Sí, ya me encuentro mucho mejor. No hubo novedad por lo que veo”. “ No, tranquilo ni una señal de los soldados ” .“ Venga Tony ya que estás abajo vamos a despertar a estos y a tomar algo”. Tony se rió y me cogió de nuevo en brazos: “ Yo te llevo, pobre enfermo”. “ Me parece bien, insignificante vasallo ”. Me soltó de golpe en el suelo y entonces me reí yo: “ No te callas ni enfermo”. Reímos los dos. Fuimos a por nuestros amigos, de camino nos cruzamos con Mary y su hijo. Al pasar a nuestro lado saludamos cordialmente, como siempre, pero no pude quitar mi mirada de su rostro. Ella no reparó en ese detalle pero Tony sí. “ Me parece bien ”. “ No te entiendo ”. “ Venga Ferny, desde que murió Fina no te he visto mirar a una mujer de esa manera, y sinceramente me parece genial que te fijes en Mary.” Agaché la cabeza: “ No es momento para esto, hay cosas más importante de las que preocuparse ahora”. Seguimos caminando hacia la cantina donde ya se encontraban Korde y Sefy, y le pedí que no les hablara del tema. Tomamos unos licores y nos reímos como siempre hacemos, más bien como hacía semanas que no. “ Hay que seguir esperando chicos, la batalla se demora ”. Fui de nuevo a casa, me tocaba revisión y limpieza de la herida. Esperaba encontrar al médico, pero estaba Mary. Se me encogió el estomago de nuevo, pensar que mi coraje me lleva a enfrentarme con un ejército, y me da miedo ella. Durante la cura no la miré a la cara, no quería que se diera cuenta igual que Tony. Estuvimos sin mediar palabra alguna hasta que terminamos. “ Bien, ya hemos terminado”. Cogió mi cabeza con ambas manos y puso sus labios sobre mi frente.”: Aún estas caliente, tienes que quedarte en cama para recuperarte cuanto antes, yo te cuidaré ”. El cuerpo se me estremeció al sentir sus labios. Me metí en la cama obediente y alucinado por lo que mi cuerpo sentía. Ella se marchó y yo soñé con ella.

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