Bolras Cap. 10º

Ya todos organizados salimos de la cantina. Pequeños hilos de agua ya recorrían el interior del poblado y empezaban a llevarse con ellos la arena desprotegida. El pasto que al montar las casas murió arrancado o pisoteado ya no la sujetaba. Pensé que debíamos tener más cuidado con el entorno o lo pagaríamos caro. La huertas se encontraban en la parte sur del poblado, bastante alejadas de las rocas sueltas, así que el grupo que bajó tendrían que sacarlas de esa parte del muro para conseguir un dique en condiciones y en el mínimo tiempo posible. El resto intentaríamos canaliza el agua que caía por el paso hacia el lago, para minimizar los daños que pudiera causar. Una vez empezada las tareas bajo la intensa lluvia, un par de ráfagas de aire fuerte nos hicieron tambalear. Las nubes cogieron velocidad de nuevo, pero esta vez para alejarse tras la montaña en dirección norte y la lluvia cesó. Korde saco la cabeza de la zanja. “¡Vamos no debemos parar!” Tenía razón, no es que la montaña no nos quisiera, nos había avisado de nuestros errores y ahora no debíamos detenernos. Era una riña en toda regla, como si nos corrigiera para hacernos reaccionar. Yo me encontraba en la zanja con él. “Korde salgamos un momento, tengo una idea. Vamos a hablar”. Dijimos a los que nos acompañaran que siguieran cavando el canal y fuimos a buscar al resto del consejo que estaban en la huerta. “Dinos Ferny”. Dijo Tony. “El canal que estamos haciendo se encuentra al final del muro, al verlo he pensado que podríamos hacer un foso al rededor de todo el. Se que sería mucho trabajo, pero no solo nos defenderíamos de ataques si no también del agua que cae por la explanada.” Tony: “Si que nos llevaría tiempo pero no es mala idea.” No hubo mucha más conversación, aprovecharíamos que ya empezamos para seguir por el muro y cavar el foso en todo el perímetro. “Esperad un momento.” Dijo Korde: “Aún no tuvimos noticias de Ivan ni de Miriam. No debemos descuidar la defensa”. Sefy: “ Hace ya unos días que nos tendrían que haber atacado desde Perimera como dijo Ivan, yo creo que mandaron al gobernador por que sus guerras con los reinos del norte no le permite desperdiciar soldados con nosotros.” Jolu: “¿Y el ataque por el paso?”. Sefy respondió: “ Lo único que quería era medir nuestras fuerzas.” Jolu replicó: “ Lo que creo es que nos ha subestimado. Menuda sorpresa se llevó” Korde: “Jolu tiene razón, no se esperaba lo que encontró. Nos respeta por eso quiso negociar.” Tony: “Si puede que nos respete, pero solo hasta que disponga hombres para terminar con nosotros.” Estaba claro que necesitaríamos el apoyo de Ivan e intentar aleccionar al resto de los poblados para que lucharan por la causa. Mantuvimos las guardias como hasta el momento aunque tardáramos más en terminar los proyectos. Además se unió un nuevo problema. La fuerte lluvia había movido las casas más cercanas al lago, haciendo que se hundieran o inclinaran, ya que estaban solo clavadas a la tierra. Indicamos a los albañiles y canteros que preparan cimientos para todas las casas y pavimentos para las calles interiores del poblado. Evidentemente quedarían exentos de hacer guardia por que como dijo Tere era época de tormentas y se convertía en una prioridad igual que el canal y el dique. Al llegar el medio día comimos los cinco juntos en una mesa apartada. Quedaba aún pendiente la falta de información sobre Ivan y sus hombres, y la inquietud no nos permitía estar tranquilos. Decidimos enviar una inocente comisión con la excusa de comprar pescado. Irían Lydia y Silvy con un carro, las pocas monedas que teníamos y la misión de conseguir información de lo que allí pasaba. Era importante que intentaran hablar con Ivan, además seguro que le gustaría saber que tal se encontraba su hijo pequeño. Partieron al comenzar la tarde. Tendrían que hacer noche en Riachuelo, pero cuando antes supiéramos algo mejor. Lydi: “ Sabéis que la misión está en buenas manos. Volveremos lo antes posible.” Silvy asintió con la cabeza. Desde la muerte de su hijo apenas decía palabra. Según me contaron no hizo ni un gesto mientras degollaba a aquel soldado. Esperemos que pronto sea la de siempre. Subieron al carro y Lydi me llamo a su lado. “Jun te va a estar vigilando. Como me entere que no vas a comer vamos a tener unas palabritas tu y yo”. Lydi y yo siempre nos llevamos bien, pero desde que murió mi mujer empezó a estar más pendiente. Nunca le he dicho lo que le agradezco que sea así conmigo, pero creo que ya se da cuenta. “Tranquila “mama” no escucharas lo que no quieres oír.”. Lydi me guiño el ojo y arreo a los caballos. Hasta que no consiga mujer me da a mi que no va a parar. Los albañiles ya habían empezado con los primeros cimientos. Tuvieron que desalojar a varias familias y hubo que buscarles ubicación hasta que terminaran el trabajo. Yo vivía solo y además casi nunca paraba por casa, así que se la ofrecí a Virgy y sus hijas. “Gracias otra vez Ferny”. “No te preocupes, esto lo van a hacer en todas así que me tendrás que devolver el favor en algún momento. Eres de los nuestros con lo que Bolras también es tuyo.” “Iré entonces a organizarla un poco, si no te importa que haga algún cambio. Ven si quieres y te digo que quiero hacer.” “Haz lo que debas para que os encontréis cómodas las cuatro”. La noche se acercaba y como siempre antes del ocaso organizamos las guardias. Esa noche me tocó el primer turno y fui a casa a descansar ya entrada la madrugada. Otra vez fue un día sin relajación ni apenas descanso. Cuando llegué a la casa no vi a las niñas. Aunque vi que Virgy trajo las camitas y las había puesto al rededor de la sala. Las casas de momento no contaban con habitaciones interiores, solo una estancia circular con una columna en medio que sujetaba el techo. Virgy se sentó en la cama. “Hola”. “Te hacia dormida, lo siento ¿te desperté?”. “La lluvia dejó su humedad y el frío no me deja dormir.” Cogí la manta de mi cama y se la puse por encima. Descalcé mis pies y me tumbé a su lado. “Así podremos dormir los dos. ¿Y las niñas?”. "Quisieron quedarse con sus primos." La abracé por la espalda y no tardamos mucho en dormirnos. Temprano Virgy se levantó y yo me quede viendo como se vestía y preparaba. Antes de salir se giró y me miró. Sonrió, se acercó hasta la cama y me dijo: “Hace mucho tiempo que no dormía tan bien,” Le devolví la sonrisa: “La verdad que yo tampoco”. Me dio un beso en los labios al que no reaccione. “Voy a atender a las niñas. Luego nos vemos.” Mi paralizado rostro solo pudo repetir. “Luego nos vemos.”

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