Bolras Cap. 9º

No había conseguido dormirme cuando escuché la voz de Mary. “¿Puedo pasar?”. Tardé unos segundos en responder y no lo hice yo. “Si, pasa”. Mary entró y se puso de rodillas junto a la cama. Puso su mano en mi frente y a pesar de mi desilusión sentí de nuevo un escalofrío. “Me han dicho los chicos que no te encontrabas bien. No parece que tengas fiebre. Déjame ver la mano”. Saqué la mano de debajo de la manta y la extendí sin aún haberla mirado a la cara. “Está mucho mejor. Se nota que eres un hombre fuerte, te recuperas muy deprisa.” Solo quería que se marchara y lo único que salió de mi boca; “Gracias.” Mary se levantó: “Debe ser cansancio, intenta dormir y mañana estarás mejor.” Salió y yo apreté los dientes y solté una lagrima. Era lo último que iba a dar por estos sentimientos. “Debo centrarme en Bolras”. Me dormí por agotamiento pocos minutos después. Desperté al sentir golpes y el sonido del viento entre los troncos de mi caseta.. Aún reinaba la oscuridad y el olor a humedad lo llenaba todo.. Las nubes cubrieron las montañas y al mirar hacia ellas vi que se acercaban a gran velocidad ocultando el amanecer. No había nadie fuera y fui a la cantina a desayunar algo. No teníamos moneda, así que nosotros le dábamos las materias primas y ellos las cocinaban y conservaban para todo el poblado. Igual hacíamos con todas las tareas. Las pocas monedas y joyas que teníamos y conseguimos las guardábamos en el almacén por si algún día fueran de utilidad. Menos mal que acababa de comenzar el verano y lo que se acercaba era lluvia. Pensé que no estaríamos preparados si fuera una ventisca y quise reunir al consejo, había que tenerlo todo listo antes de que llegara el invierno. Antes de llegar a la cantina me crucé con Virgy. “Hola Ferny, ¿Podemos hablar un momento?”. “Si claro, dime.”Virgy tenía la cara triste y una expresión parecida a la mía. “No pude hacerlo. Antes de llegar al bosque di la vuelta. Lo siento.” La cogí de las manos y la miré a los ojos. “No lo sientas si no es por la vida de esas personas que han muerto.” “Pero Ferny, quise ir para cumplir una misión y no lo hice. Cualquier otro podría haber ocupado mi lugar.” “Con Sefy y un par más hubiera bastado. Sé de la rabia que sientes y también sé como eres. No te preocupes.” Virgy me abrazó. “Gracias por vuestro apoyo y compañía.” “Estate tranquila, aunque no este tu marido, todos los hombres de Bolras te ayudarán y protegerán, a ti y a tus hijas. Lo que necesites aquí me tienes.” Se separó y vi una leve sonrisa y un relajamiento en su rostro. “Voy a dar el desayuno a las niñas. Gracias Ferny.” La besé en la mejilla y las primeras gotas empezaron a mojarnos. “Date prisa o acabarás empapada.” Salió corriendo y yo di unos pocos pasos más para alcanzar la cantina. Al entrar vi a Sefy con Say en una esquina repartiéndose besos, caricias y risas. Así se parecían más a ellos que la última vez que los vi. Quería acercarme y preguntarle como fue la misión. Pero vi a Korde con su mujer Tere y su hija Martuis junto a Jum y su mujer Lydi compartiendo una mesa y allí me acerqué. Korde me informaría. “Buenos días a todos.” Todos respondieron al saludo. Me senté y Korde puso la mano en la frente otra vez. La frente más sobada del universo. “¿Ya te encuentras mejor?” “Si Korde gracias solo necesitaba dormir un poco”. Lydi me miraba seria desde que llegué y no pudo aguantar sin soltar por su boca lo que le mandaba su expresión. “Me han dicho que estás enfermo, que te encuentras débil, no me extraña si no te veo apenas por aquí. Solo para tomar licor y para las reuniones del consejo. Te quiero ver al menos una vez al día para una comida en condiciones.” “Tienes razón Lydi, las preocupaciones me quitan el apetito, pero me obligaré a hacerlo.” Lydi se levantó y se dirigió a la cocina. Sonó un trueno enorme y el ruido de la lluvia sobre los maderos se intensificó. Empezaron a aparecer goteras de todas partes. Tere:”Vaya día de perros. Es época de tormentas y ya estaban tardando.” Korde: “Con el calor de las últimas semanas era de esperar. Lo que me preocupa es una subida del nivel del lago”. Eso no lo pensé y no era ninguna tontería. Las casas estaban más de un metro por encima del nivel, pero las huertas corrían peligro si eso pasara. Lydi regresó de la cocina con un pan y un gran vaso de leche de cabra con moras silvestres. “No dejes ni una miga.” Sentenció. Pero mi preocupación ahora era la lluvia. “ Tenemos que hacer un dique en la huerta ya.” Korde al escucharme abrió los ojos como platos, percatándose del peligro real que corría. Nos levantamos y avisamos a Sefy. En ese momento entró Tony por la puerta. “Está empezando a caer un río por el paso de montaña. O hacemos algo o el poblado y el ganado correrán peligro.” Jolu entró justo después de Tony y nos reunimos. Korde: “No podemos esperar que la tormenta amaine, hay que prevenir cualquier daño lo antes posible. Ferny habló de hacer un dique en la huerta. No nos podemos olvidar de ella. Y para el paso yo creo que habría que canalizar el agua hacia el lago.” Jolu: “Estoy de acuerdo en ambas ideas, vamos a organizarnos.” Mandamos a uno de los hijos de Jum a que avisara al resto de hombres que descansaban de sus guardias o tareas. Empezaron a llegar poco a poco y les explicamos la situación. La lluvia no cesaba y el caudal que caía de las montañas por el paso cada vez era más fuerte y salvaje. Tuvimos que reunir a las mujeres y a los niños que pudieran cargar con una roca también. Dejamos la guardia mínima y el resto a trabajar para protegernos de el peor ataque que habíamos recibido hasta el momento. “Si Bolras no sale de esta es que la montaña no nos quiere aquí.”

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