Amasando un sueño

(Petición de Ana con las palabras clave: Luxor, transformación y amasar. Siento la tardanza, el verano y otras circunstancias han copado casi todo mi tiempo. Ya me contarás un beso. ) Regentaba el negocio familiar desde la muerte de sus padres. La familia, la tradición y las costumbres le tenían enclaustrado en aquel centenario obrador. Eran las cuatro y media de la mañana y ya estaba en la panadería amasando y horneando. Siempre ponía la radio y escuchaba las noticias o música mientras realizaba sus tareas, pero hacía unos días que solo era ruido ambiente. Era un gran aficionado a los documentales y empezó a plantearse ir a visitar alguna de esos maravillosos lugares que en ellos conocía. La abstracción tenía que ver con egipto y sus maravillas. El negocio de momento no le daba más que para mantenerse y viajar en ese momento era practicamente imposible, a no ser que vendiera la panadería reunciando al legado familiar. Esa posibilidad ya se la planteó, lo que le tiraba para atrás era que una vez de vuelta del viaje tendría que buscar trabajo. No se imaginaba en otra situación que no fuera la de jefe ya que siempre fue así. Aquel día le sobró un poco de masa y empezó a moldearla. Creo un pan con forma de sarcófago intentando imitar el de Tutankamon. Lo metió en el horno como todos los demás panes y siguió con el resto de tareas. Aquel pan fue directo al escaparate y durante todo el día fue el foco de la curiosidad de los clientes. Se quedó bastante alucinado de que alguno de ellos lo quisiera comprar, él solo lo hizo como divertimento y adorno para el escaparate. Nunca pudo competir con los establecimientos que vendían pan ya que ellos nunca tuvieron masa congelada e industrial, sino que realizaban todo el proceso haciendo que sus precios fueran superiores y a pesar de que la calidad también lo era la mayor parte del público prefería pagar menos. Su alucine vino por lo que la gente estaba dispuesta a pagar por aquel pan y decidio a la mañana siguiente amasar un kilo más de harina y crear alguna otra figura. En principio hizo tres más iguales a la expuesta y las vendió sin problema. Las cobró al doble del precio de los panes normales y le dio cabida entre las tareas diarias. Esa noche, en casa, repaso nuevos lugares y figuras en las que inspirar sus creaciones. Se estuvo documentado sobre la ciudad egipcia de Tebas, la actual luxor y decidio representar a los colosos de Memnón. Su destino fue el escaparate de momento para ver en nivel de acepatación de los clientes, aunque para ese día ya tenía hecha una decena de sarcófagos. Asi fue poco a poco sumando más figuras y símbolos a su repertorio haciendo que su panadería fuera de las más conocidas de la ciudad. Empezó a recibir encargos para restaurantes y salas de boda con diferentes representaciones, no necesariamente relacionadas con el antiguo egipto. Tuvo que contratar a dos personas, una para atender y otra para que hiciera los panes de siempre mientras el se recreaba con sus esculturas en masa de harina. La transformación del establecimiento pasado apenas un año hizo que su sueño se hiciera realidad y pudo viajar para conocer aquellas maravillas en persona. No fue casualidad, fundió su sueño con su vida y lo hizo realidad.

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